Tres poemas inéditos de Camil L. Valentín Arce
- editorialpulpo
- 18 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Ya no doy pa’ más
Ya no doy pa’ más
no dan mis piernas
y no da el llanto
que sale a borbotones
desde la impotencia y la rabia,
de la guagua que se daña,
las luces que se funden,
la nevera averiada,
las amigas que se van
como el agua en esta casa
y este mierdero que no se acaba,
las palabras hirientes que rebotan
sobre las paredes manchadas,
los gatos que maullan
como si no pasara nada.
Hoy rebosa la copa sobre la mesa
y se derrama, lloro en el piso tirada
como si hubiera muerto mi perra,
que es lo último que me falta.
Ya no doy pa’ más,
no dan mis manos
ni mi garganta,
el llanto urge
cuando estoy harta,
cuando hoy todo falta,
cuando ya no me queda nada
y me pienso esclava
hundida, pisoteada,
tristemente abandonada,
como las perras
que afuera ladran.
Rezo para mantenernos vivas
Cuánto aguanta un pueblo
con la cabeza bajo el agua,
porque aunque en esta isla
todos bailan a la orilla
no hay vida que resista
el ahogo de la matria,
las muertas que se desangran
la fuerza que se marcha,
la colonia resignada
la tala, la mala práctica,
la ética barata de tirar las migajas,
de besar las manos que te maltratan.
Estamos hartas.
Ya no entramos más al agua,
a estas alturas si la marea sube
nosotras nos ponemos bravas.
Que ahora trangresora,
me paso por las nalgas
tu imperio y tu supremacía blanca,
y no nos tiembla la voz
ni las manos que aran,
no desfallecen las fuerzas que se levantan,
y cada vez somos unas más,
unas tantas,
las que hemos apartado la santa
para ser las matriarcas,
las guerreras que caminan
y no tienen la culpa del sistema que nos mata,
ni de la Junta, ni de COFINA
ni de la basura servida
en platos de serpentina
que ya nuestras gargantas no tragan
y escupen sobre las caras del presidente, el gobernador y todas sus alianzas.
Te digo que ya no me espantan
tus fuerzas armadas, tu macana, tus amenazas
esta boca ya no se calla
y en mi pecho no entran balas
que puedan arrebatarme la furia ajusticiante de las mujeres asesianadas
ni la fuerza para caminar las sendas inciertas de esta nueva era
en la que seremos todas
las nuevas guerreras
de esta nueva tierra
que no come patriarcas,
ni fronteras con nuestras hermanas
ni exilio que no queramos
ni mujeres que no sean libertas
ni hambre ni monsanto
ni pobres ni esclavxs.
A nosotras no nos alimenta la patraña
de la colonia en decadencia
ni la PROMESA de días mejores que no sean
los de la libertad nuestra.
Propósitos para que el futuro no se nos escape

Cuestionarme a dónde me lleva el ego
si más que un producto soy el extracto
de la libertad que vive entre estas letras,
que se revuelca, sufre, reza,
que es y cae en la pereza,
que como el zumo
vive en lo profundo
de estos versos sin métrica,
subversiva y siempre zurda en la consciencia,
rebelde a la insuficiencia
de la horca sistémica,
de aguantar el oxígeno
por tres minutos
y jugar a no asfixiarme,
dejarme engañar como a lxs niñxs en la calle,
esconderme tras el mito
y fingirme ciega ante la mano
que estrangula mi rebaño y mi tierra,
dejar con que con poesía se vaya al aire la ira,
dejar que se escape el miedo,
mirar al espejo de la realidad de los pueblos
que trabajan y anhelan que para sus hijxs haya escuela,
haya chacra, milpa, río y playa,
que el futuro no se cueza por entre las pajas.
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